Hay
algunas cosas de las que es mejor no hablar al principio del noviazgo ya que
una indiscreción puede costarnos el truene. Pasado el tiempo y a sabiendas de
que nuestra relación está tomando un giro serio y permanente, entonces
estaremos pensando en tocar ciertos temas.
Entre
estos intocables temas se encuentra nuestra situación económica. Cuestiones
como ¿cuánto ganas? y ¿en qué gastas tu dinero? son asuntos de cada quien;
hablar de pesos en una etapa temprana de la relación puede llevar a la
discusión por la diferencias en cuanto a su forma de administrarlo. Este tema
seguramente será tratado cuando planeen sus finanzas ya como una pareja
establecida.
El
excesivo apego a tus padres (mamitis y/o papitis) es algo de lo que tu pareja
no debe enterarse o al menos no tan pronto, no querrás desilusionarla al darse
cuenta de que no eres ese hombre o mujer independiente que esperaba.
Todos
tenemos miedo y debilidades, aceptarlos es otra cosa, Para la mujer es mucho
más fácil mostrarse vulnerable pero para él no ya que atenta contra su hombría.
Una vez juntos y de manera permanente ella podrá saber si le temes a las
alturas, a las arañas o lloras con las películas románticas.
Tus
experiencias sexuales son un tema que debes mantener cerrado a tu pareja, de
cualquier manera no ha de ser interesante saber con cuántas personas has estado
y tus preferencias a la hora de intimidar.
El modo
de vida en tus relaciones pasadas así como los obsequios que te dieron tus ex,
ya sean de uso personal o para decorar tu casa, auto, oficina es algo que debe
quedarse sólo en tu memoria. Concéntrate en el presente y posteriormente
decidirás que hacer con ellos.
Los
secretos de familia no se revelan en las primeras citas, incluso después de un
tiempo juntos porque luego vienen las críticas, algo que a la pareja no le
gustará pues finalmente se está hablando de la gente que ama.
Lo mismo con los secretos de los amigos, es mejor no revelarlos a tu pareja porque una vez que los sepa, juzgará y hasta puede llegar a interferir para que no se frecuenten más, lo que creará conflicto.
Conforme pase el tiempo podremos darnos cuenta
si estamos listos para hablar de ciertas cosas; el conocernos mejor y la
confianza ganada quizás nos den la seguridad que necesitamos para hablar de
ciertos temas que manteníamos ocultos por varias razones y que finalmente ponían
en riesgo la relación.
Lo mismo con los secretos de los amigos, es mejor no revelarlos a tu pareja porque una vez que los sepa, juzgará y hasta puede llegar a interferir para que no se frecuenten más, lo que creará conflicto.
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